Por eso, proponemos a continuación algunas recomendaciones para disminuir el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular:
- PRACTICAR UNA ALIMENTACIÓN CARDIOSALUDABLE
Incluir frutas, verduras, hortalizas, pescado, aceite de oliva, carnes magras, cereales y lácteos desgrasados. - DEDICAR 30 MINUTOS DIARIOS A EJERCITAR EL CUERPO
Caminar, bailar, correr, moverse en familia, crear un espacio para compartir. - NO FUMAR
Aún fumando poco se multiplica el riesgo de sufrir ataques cardíacos o cerebrales. - CONTROLAR EL PESO
Medir el índice de masa corporal (IMC) es sencillo: sólo hay que dividir el peso en kilos entre tu altura en metros elevada al cuadrado. Si el resultado es mayor a 25 kg/m2 se considera sobrepeso. - VIGILAR LA GRASA ACUMULADA EN ABDOMEN
Ya que es peligrosa para el corazón. Para ello, hay que medir el perímetro abdominal a nivel del ombligo. En la mujer debe estar debajo de 88cm y en los hombres por debajo de 102cm. - COMPROBAR LA TENSIÓN ARTERIAL
Una persona sana verifica anualmente que su tensión esté por debajo de 140/90 mmHg. - REVISAR LOS NIVELES DE COLESTEROL Y GLUCOSA
Si tras un análisis en ayunas las cifras están por encima de 190mg/dl de colesterol total y 110 mg/dl de glucosa, se debe consultar con un especialista. - APRENDER A CONTROLAR EL ESTRÉS Y ANSIEDAD
Porque el aumento de tensión emocional es peligroso para el corazón.
En el marco del Día Mundial de la Salud, es un buen momento para revisar nuestro estilo de vida e implementar los cambios que sean más saludables para que impacten en el futuro de nuestro corazón.
Fuente: Sociedad Argentina de Cardiología, Fundación Española del Corazón